jueves, 22 de noviembre de 2007

Yo igual tengo


Yo igual tengo.

Preludio.

¡Lo sabia!
Siempre intuí algo respecto a ella, que no era muy bueno.
¡Lo sabia, algo debía andar mal con ella, o en ella!

Por la mañana le vi, aunque sea una brevedad, parecía normalmente humana, quiazas uno que otro matiz mas pálido, pero normal al fin.

Ya al medio día me hablo unos instantes sobre la pronta visita de su hijo y de lo bien que le iba, parecía contenta y dichosa, luego salio.

Cuando regreso, toda su porquería broto. Ahora si que estaba pálida y con el rostro fatal. Con falsa preocupación le pregunte como se encontraba, ella mal gesticulo una sonrisa y me dijo que solo tenia un pequeño malestar y que si por favor le podía donar unas tabletas ibuprofeno.

Ya era intrínsicamente obvio.

Y pronto sabría que nosotros sabíamos.